Ventajas de la hierba de Santa María
La planta medicinal conocida como hierba de Santa María crece de forma vivaz y posee
ramas que surgen desde el suelo en forma horizontal. El nombre científico que
ha recibido esta especie es el de Tanacetum balsamita. Se trata de una especie
con tallos angulosos y muy marcados. Las hojas que crecen en la parte más alta
de la planta de hierba de Santa María se
caracterizan por llevar varios apéndices en la parte inferior de cada rabo. Las
hojas más pequeñas, en cambio, están recubiertas por una fina vellosidad que va
decreciendo en espesor a medida que las hojas se van desarrollando.
La planta de hierba de Santa María crece
en todo tipo de suelos (excepto los que son muy secos). La zona de origen de la hierba de Santa María es el Asia Menor. Para proteger
todos los compuestos de esta especie es importante secar esta planta de forma
inmediata a la recolección.
Los principales efectos medicinales que vale la
pena destacar en la hierba de Santa María son los de emenagogo, colerético y
vermífugo. Asimismo, está demostrado que la hierba de Santa María es
una planta muy efectiva para terminar con los parásitos intestinales de
manera definitiva (debe ser combinada con un buen purgante). La hierba de Santa María puede tener numerosos efectos
beneficiosos para el organismo pero, en ciertos casos, también puede generar
molestias gastrointestinales (de hecho, se comprobó que puede llegar a ser
abortiva).
Para preparar una infusión a base de hierba de Santa María se necesita una sola cucharada
de esta planta medicinal por cada taza de agua hirviendo. Si queremos
aprovechar los beneficios de esta planta en presentación en polvo deberemos
utilizar entre 2 y 4gr al día (debe ser consumida antes de un purgante).